Un espacio que pretende resolver las dudas de padres vegetarianos/veganos, con el objetivo de que puedan cuidar aquello que más les importa de la mejor manera: proporcionando una alimentación saludable y equilibrada a los más peques.
Miriam Martínez, pediatra de www.mipediatravegetariano.com, responderá a vuestras preguntas el primer miércoles de cada mes.
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Es muy frecuente que los niños tengan mucosidad durante los primeros años de vida. La mucosidad es la reacción normal de las vías respiratorias ante las constantes infecciones que tienen los niños pequeños y no debe ser considerada como un problema que requiera tratamiento. Durante los primeros 4-5 años de vida los niños tienen de media 8-10 infecciones (catarros, otitis, conjuntivitis, bronquitis ) por año. Como cada infección suele durar 7-10 días, es muy frecuente que el niño esté casi constantemente con mocos y que parezca que no se le acaban de pasar.
No se ha demostrado que ningún alimento concreto tenga efectos sobre la formación de mucosidad, tampoco los lácteos. Por motivos diferentes, a partir de los 2 años los niños no deberían tomar más de 2 vasos de leche al día o su equivalente en queso y yogures; pero esta cantidad, en el marco de una alimentación saludable rica en verduras, frutas, cereales integrales, legumbres y frutos secos, y con muy bajas cantidades de azúcar, de alimentos azucarados, (galletas, helados, refrescos y bollería) y de alimentos fritos y procesados, no tiene por qué causar problemas.
Una buena alimentación es la mejor forma de proteger la salud de nuestros hijos, pero esto no es garantía de que no vayan a enfermar de vez en cuando. Las enfermedades de la infancia forman parte del proceso natural de crecimiento y ayudan al sistema inmunológico a madurar y fortalecerse.
No se ha demostrado que ningún alimento concreto tenga efectos sobre la formación de mucosidad, tampoco los lácteos.
Durante el primer año de vida los bebés no deben tomar ninguna leche que no sea leche de su madre o leche de fórmula específicamente diseñada para lactantes. A partir del año de edad los niños pueden empezar a tomar 1-2 vasos al día de leche vegetal enriquecida con calcio, pero mientras el niño o la niña tomen pecho es mejor dejar cualquier otra leche para después del destete y animar a los niños a que tomen más alimentos sólidos como complemento del pecho.
Las mejores leches vegetales son las de soja, almendras o avena. Ocasionalmente se pueden usar otras como la de avellanas, espelta o coco. Es mejor no dar a los niños pequeños bebida de arroz: es muy poco nutritiva y además puede contener altos niveles de arsénico, que es un metal pesado que tiende a acumularse en nuestro organismo y puede causar problemas a largo plazo.
La piel atópica es un problema frecuente en los bebés y niños pequeños y suele mejorar con la edad. La piel atópica es una piel que tiene tendencia a la sequedad y que a veces se irrita, enrojece y pica. Cuando la piel atópica está bien hidratada es menos frecuente que sufra brotes de irritación y picor, por lo que es importante cuidarla bien. Las mejores medidas en este sentido son:
La lactancia materna prolongada protege frente al desarrollo de dermatitis atópica y hace que si ésta aparece, sea menos grave.
En cuanto a la alimentación, sabemos que la lactancia materna prolongada protege frente al desarrollo de dermatitis atópica y hace que si ésta aparece, sea menos grave. Los niños con piel atópica no necesitan eliminar ningún alimento de su dieta a menos que se compruebe que son intolerantes o si desarrollan una reacción clara en la piel cuando los toman. Algunos estudios han mostrado que los suplementos de ácidos grasos omega-3 pueden tener efectos beneficiosos sobre la piel atópica, especialmente si la madre los toma durante el embarazo o la lactancia. En casos de piel atópica, si el bebé todavía está amamantado, la madre puede probar a tomar estos suplementos durante unas semanas y valorar el efecto; o si el niño/a es ya más mayor, podemos dárselos directamente. Los mejores suplementos de ácidos grasos omega-3 son los que se obtienen del aceite de microalgas marinas.
Además de estos suplementos debemos recordar que la grasa de la alimentación juega un papel importante en el mantenimiento de una piel sana. Los bebés y niños pequeños necesitan proporcionalmente más grasa que los adultos, pero esta debe ser siempre de buena calidad.
La mejor grasa es la que se obtiene de los frutos secos y semillas (nueces, sésamo, calabaza, almendras ), siempre bien molidos mientras el niño/a sea pequeño; y también la de los aguacates y el aceite de oliva.
La grasa de la alimentación juega un papel importante en el mantenimiento de una piel sana. La mejor grasa es la que se obtiene de los frutos secos y semillas.
En los momentos de aparición de los brotes, si estos no se controlan con las medidas habituales, es conveniente acudir al pediatra por si hiciera falta un tratamiento específico durante unos días.
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