La espelta (Triticum spelta) es un grano menos conocido y mucho más antiguo que su primo moderno, el trigo (Triticum aestivum). ¡Se estima que la espelta ya se cultivaba hace más de 7.000 años!Sin embargo, en el s.XIX, tras la rápida evolución de técnicas agrícolas modernas, dejó de cultivarse, pues ya no resultaba rentable para los agricultores. Y es que las cosechadoras podían cosechar el trigo común en un único proceso, mientras que la espelta necesitaba procedimientos adicionales para poder extraer la cáscara exterior dura, lo que complicaba y encarecía el proceso.Por suerte, la espelta no se perdió por completo, y a mediados de la década de 1980 fue redescubierta en Europa, por lo que hoy en día podemos disfrutar de magnífico cereal.
1. LA ESPELTA TIENE UN VALOR NUTRICIONAL SUPERIOR AL TRIGO
Pese a que la espelta es un cereal más antiguo, no ha sufrido tantas modificaciones genéticas como el trigo, que fue manipulado para satisfacer las necesidades de fabricación. La espelta ha mantenido muchas de sus características originales que le proporcionan un perfil nutricional increíble, junto con una fácil digestión que le otorga cualidades anti-inflamatorias.
Gracias a su gran riqueza en nutrientes, la espelta es un gran aliado para nuestra salud, apoyando de forma saludable sus funciones en el sistema cardiovascular, óseo, sistema nervioso y sistema inmunitario.
2. LA ESPELTA ES MÁS DIGESTIVA QUE EL TRIGO COMÚN
Aunque la espelta contiene gluten, y no es apta para celíacos, es cierto que es mucho mejor tolerada que el trigo, por lo que muchas personas con tendencia a padecer algún tipo de alergia al trigo, no tienen ningún problema a la hora de consumir espelta.
En muchos casos, el consumo del trigo moderno conlleva problemas digestivos e inflamatorios.
Pero, ¿por qué digerimos mejor la espelta que el trigo común?
3. LA ESPELTA ES MÁS RESISTENTE Y MÁS RESPETUSA CON EL MEDIO AMBIENTE QUE EL TRIGO
Como hemos comentado, con el fin de que fuera más fácil de cosechar, el trigo moderno se modificó para eliminar la cáscara exterior. Al suprimir esta cáscara, aparte de eliminar nutrientes importantes, el trigo se hizo más susceptible a insectos y enfermedades, lo que conllevó la necesidad de usar pesticidas tóxicos.Como grano antiguo, la espelta ha mantenido su casco exterior duro, por lo que soporta climas más duros y es más resistente a enfermedades, lo que elimina la necesidad de herbicidas, pesticidas o fungicidas.Por otro lado, la espelta puede crecer en terrenos difíciles sin la necesidad de fertilizantes, pues es un cultivo de relativamente bajo rendimiento. Por lo tanto, es un cultivo más sostenible a largo plazo y más respetuoso con el medio ambiente.
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